Melena color pez, veía relojes de campanario
con minutero de la vida, sí que lo había
en el que todo moría y sabia, lo sabía
Parida inocente, acariciada por manos encalladas
cubierta de amor sentido y no olvidado
decidió ser mariposa, para vivirla y acariciarla
Devenir latido convertido en aliento
desaliento y respiración a la par desbocado
hasta agotar las almas, que no respiraban
Era ella, mensaje, color y melodía en mundos
acordaba ternura de sabor canela y miel
y en su intento, se descubría
Era una lolita entonces, colibrí para todos
y nadie, pupila de vida mirando vivirla,
sin intereses ni deudas
Cris
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