QADESH

Tammam Azzam - Syrian Artist
Era una estatua con estrella
atrapada por dos verdes alineadas
luna creciente de humo,
invisible al ojo común

Era un estatua con estrella 
guiada por un negro minotauro
perdida en una flor de loto,
invisible al ojo común

Era una estatua con estrella
ensoñada por un sarín tembloroso
sechechet del moribundo,
invisible al ojo común


Era una estatua con estrella
oscura hoy clara de aquella
balística del infortunio,
invisible al ojo común

Cris



WARS



Guerras estrelladas en humanos
esencia errática trágica 
a sombras sátrapas saqueadoras, 
invasoras

Guerras unidas en zombies vivos
pródromos del ser endemoniado
invasores fraticidas asediosos, 
imperiales

Guerras aparentes en  abismos 
sagrados egoismos aislados
mala paz equilibrada soterrada, 
inhumanas

Cris (En la calle de la guerra, 1997)

Val


Sus dedos querían rozar el borde de una boca aletargada, presa del miedo esperaba el instante fortuito de un segundo para gritar un...Lejos y salado estaba de ser, un estar. Mientras su boca deseaba una caricia a destiempo, la mano elegía el momento retorcido, alegre y explosivo. Agua en el remanso precipitada por sus ondas de sal, reposo en el fuego desembocado, desbocado en su propósito, impaciente y sorprendido por el dulzor de unos dedos que recorrían su pecho y se hundían mojados. Ciega, sorda y muda se quedó extasiada en el sueño de la distancia, brillando en la profundidad de unos labios entreabiertos, jugando en recintos prohibidos al roce pero libres en el sueño escondido, amante y soleado.

Cris

Fotografía: Jose A. Blanco
                                                               

Cromosoma 4

La vida es cruel, se repetía una y otra vez. No hay suerte soñada cuando la suerte está echada. No hay suerte comprada cuando tu herencia es la sangre sellada en una hoja fría, que te cubre la espalda hasta llegar a la médula. No hay suerte deseada cuando está firmada por un Dios que no existe y un santo desconocido. Maldita suerte.
Aquella hoja de papel morera marcaba el paso de un baile impersonal, el que nadie quiere aprender por miedo a quemarse en la hoguera inquisidora, la danza chamánica de un rostro rasgado, vacio y lejano que se deshace a cada paso por mirarlo ya en el olvido. Cuando pensó que la hoja se había quemado, apareció de nuevo enrollada entre los dedos marcados e incrustados de una papeleta fresca y mal diseñada,  con un suspiro atrapado en una mandíbula desencajada. Como una melena que no quieres cortar por miedo a que no vuelva a crecer, así se rebeló, escondido bajo una bola sin números que se lanza a una ruleta,  choca contra las bordes buscando el rojo y cae en el negro para oscurecerte la vida en segundos. Un juego donde el que gana no es el que mejor juega sino el que más suerte tiene. Maldita suerte. 

A partir de ese día lo tuvo claro y se dijo:  A partir de hoy ya no hay más papeles pesándome en la espalda ni más preguntas que hacer. No hay más historias que contar que no sea la tuya,  la de mi compañera de viaje que soy yo misma.


Pertenezco a todos los labios que llegaré a besar
   a los abrazos que llegaré a sentir apretados
      a los latidos que chocarán en mi corazón de frente,
súbitos
 Pertenezco a todas las imagenes olvidadas de mi retina
a todas las mejillas que llegaré a acariciar
a todas las sonrisas que podré recordar,
carcajadas
Pertenezco a todos los cuentos y melodías hurtadas
a todos los bailes inventados sin pasos
 incluso al que está aparcado en el trastero oscuro
Maldita Suerte

Cris
Sostenida en cinco puntas
derramaba un suspiro atrapado
en el pentàculo afortunado,
desposeido

Y en un libre brazo de dulzor
buscaba un reflejo encontrado
en el destello singular besado,
salado

Cris

Fotografía: Cris

Luna en 8

Sola y radiante se deviene al reflejo de un cisne
en su aleteo cruzado, vivo, ardiente, sonámbulo
En su descenso al brillo del espectro resuelve la duda
si cabe, el placer de la caricia sesgada en lección

Reflejo de lo escondido en su giro, nos mira a los ojos
en el prenilunio de árboles cortados,  sangrantes,
nos inunda en su grado y espira esferas de reflejos,
para que no olvidemos la luz de lo invisible


Cris



Tiempo_Destiempo_Manía


Destiempo lucha contra un reloj, incansable
escondido tras una correa extraña que le amarra, encadena,
ata
Tarde y Temprano,  amigos de  Destiempo
quieren llegar a un lugar inexistente, yermo y solitario para
no llegar nunca
Dialogar un rato sobre Tiempo les despierta la prisa y la razón
mientras él busca encontrar a  Manía, puntual siempre y a su hora,
incuestionable

Manía le ha mirado de reojo,  ha perdido la correa por un instante
consciente de ser liberada por Destiempo y huye con él en un momento,
intenso
Mientras, Tiempo no se para, discurre y no responde al nombrarlo
sólo es un vagabundo, seguro de sí, fuerte, que persigue
a Manía por testaruda, fiel y acostumbrada

tarde y temprano

antes y ahora

Cris

4,33"



Días en los que las notas son rosas blancas
Días en los que los bailes son torpezas
Días con un teclado mudo y sin
Días con prólogo y sin epílogo
Días sin letras escritas
Días sin alma
Días sin
Días

Cris




Udyat



Cruel desenlace de la fracción
desenlace de intenciones afiladas
talismán olvidado en matanzas
injustas
Cruel desenlace de la fracción
solución resuelta y destructible
absurdo de amuletos sangrantes
crueles
Cruel desenlace de la fracción
desenlace de pulsos teñidos de rojo
gatillos que no descansan expirando
alientos
Cruel desenlace de la fracción
legañas de un pasado rasgado
vierte pares desalientos respirados
mortales
Cruel desenlace de la fracción irracional
cruel


Cris


Un poco de mi

Lo heredado no es comprado y es algo muy cierto. Yo he heredado de mi padre el pensar, el soñar y el sosiego. De mi madre la fuerza, el impulso y la voz,  y de los dos en consonancia la independencia propia y el respeto a  los demás. En mi casa siempre hubo una persona acogida sin hogar (indigentes les llaman),  para mi tienen nombre propio, convivían como parte de la familia, uno más. Puede ser una locura si lo piensas,como tantas otras catalogadas,  de hecho para el resto de los vecinos era como un suicidio en acto, pero para mis padres no era una cuestión de pensar. Si uno de ellos se encontraba con alguien que lo necesitara, le abría las puertas de su casa y no había nada más que preguntarse. Cuando se querían ir se iban y a los años, cuando habían enganchado la vida otra vez, como Luis del que tengo un gran recuerdo, volvían a saludarnos. Qué mayor muestra de solidaridad que esa. Por eso y por muchas otras razones admiro a mis padres,  no por el hecho de haber ayudado a alguien,  que es algo que les honra y que hacen muchas personas a diario, sino por el hecho de que sus hijos lo hayamos podido vivir como parte de nuestra educación.

Cris.

Perseida

Absorto y agitado la encuentra envuelta en una nube de polvo suspendida en el aire,  soplándole la nuca, discurriendo las batallas y desagravios presentes por el cuello intentando precipitarse hasta las rodillas del pasado, que ha intentado doblegarle.
Es el aire templado y frio a la vez de ella, el que desconocido le vence y estira, deshaciendo a su paso el arco excitado que en su acierto, mulle todas sus aristas hasta que se ondulan.

Pretendido se gira alado y la envuelve con sus piernas para rozarla en extensión,  mientras ella encendida,  le sonrie encogida entre las plumas de sus labios que le susurran notas y lágrimas saladas que le inundan el pecho, acelerando aún más su agitación.
Cómo esperar un encuentro si el sino, se deshace repentino ante el calor que lo embriaga, lo quema y arde por dentro. Por qué no esperarlo si es en el sentido hondo e impaciente, donde se recibe la arena más deseada que empapa y clarifica el agua.

No existe la espera entonces, cuando los latidos son desmedidos y en la conexión se disparan. El deseo raudo y pronto supera el sentir  lento, añojo y ambulante que muere en la envidia de no saborear el placer intuido, aún cuando se muestra  radiante y visible. Sólo el roce de la pluma dispara en minutos lo que se espera en años vividos. 

Se gira entonces sin descanso, envuelta en la lluvia que ahora la inunda, desfallecida en el espasmo y entregada al encanto y es,  el ya inhalado el que la discurre y enfría ahora la espalda rozando de nuevo la ya disuelta, recogiéndola en besos ya saboreados, esperando impaciente que vuelva a rebelarse el placer del encuentro fortuito para disfrutar otra vez de la lluvia en sintonía.
 No se duda, ni se habla, ni se pregunta cuando el swift te roza y se desliza en un latido conocido, uno es suficiente para rasgar el  infinito en dos, abriendo paso a lo posible en grados deseado.

 Cris.

Naturalmente, Lolita

Melena color pez, veía relojes de campanario
con minutero de la vida, sí que lo había
en el que todo moría y sabia, lo sabía
Parida inocente, acariciada por manos encalladas
cubierta de amor sentido y no olvidado
decidió ser mariposa,  para vivirla y acariciarla
Devenir  latido convertido en aliento
desaliento y respiración a la par desbocado
hasta agotar las almas,  que no respiraban
Era ella, mensaje, color y melodía en mundos
acordaba ternura de sabor canela y miel
y en su intento,  se descubría
Era una lolita entonces, colibrí  para todos
y nadie,  pupila de vida  mirando vivirla,
sin intereses ni deudas


Cris

Levyatán



Hay pocas palabras que me hagan revivir
hilo del aire que se escapa en necedad,
respirarte hundido en horas
Hay una sabia muerte deshilada en sentido
dolor no es un roce visible al latido,
fragancia de pluma en su intento
Hay pocas hojas que se pierden arpón
encuentros de un aviso allegado al alma,
desata vida y pulsa acierto en su oido
Y alli te encuentro disuelto en ámbar gris
desganado frente a un salto sin lineas
incubando temas de otros tiempos.

Cris

Tebeso

Tebeso...beso tu reflejo vertiginoso que me absorbe y te desnuda. Tebeso y tiemblo en el intento de descubrirte en un abrazo que recorra ardiendo mis pensamientos...así tebeso...Teseo la imposibilidad de besarte en el olvido de los que no quieren recordar...quiero inundarte el alma con mi saliva y que se deslice por tu mejilla hasta tu boca para disparar las palabras ante un gatillo repentino y salvaje. Teseo volver a encontrar la hola que te trajo hasta mi oscuro corazón...
Tebeso...intención que despeja las miserias en las que se sumen los que no olvidan...Teseo acariciarte en la humedad de los desalientos de los ciegos y llegar hasta la garganta de los que no quieren gritar para escuchar un suspiro de placer

Tebeso y en el beso me pierdo en tu reflejo vertiginoso.


Cris






En_canto

Me encantaría echarte de menos, a veces también me encantaría echarte de más
me encantaría echarte algo, a veces también me encantaría echarte nada
me encantaría encantarte, a veces me encantaría encantada
me encantaría tu encanto.

Me encanto en el desencanto...a veces...me encantas

Cris

ARCO

Ojo de buey opaco, y dulces pájaros rociados de interperie
vuelan, pintando en diagonal, riéndose a carcajadas detrás
hermosura de un prisma oculto en arista angulada
ciénaga de un ala rota cruzada en caricia

libre sueño

Cris

TEN





No hay esposa buscando una llave
y en la aurora se despliega el aura casi verde
sin dilación con atracción a un rojo vivo
se tropieza con un expolio de almas viejas
rotas y distraidas

Ocaso en Groenlandia impermutable
que gira al lado de una caricia y así
responde ferviente al cambio necesario
y frio de la aurora en septiembre de luz

Cris




Bonjour

Despertar en Lot deseada anhelando
corazones dispuestos en cruz
SI
Fluir de alas de garfio enjaulado
augurio de magía encarnada
SI
Llegar al clímax del absoluto delirio
enarbolando el mensaje latente
SI
             
 Cris

Hábito_s

Me levanto en pie...un súbita necesidad me impulsa a mover las piernas...estirarme ligeramente como si creciera a dos por mil o un mil por dos, mientras mil cisnes ciegos son los que veo en esa imagen, aunque todavía no se si los cisnes tienen vista cuando se despiertan. Me pongo algo ligero que no pese más de lo que deseo pensar, deseo no querer hacerlo pero no hay nada que me lo impida de momento. Tengo la garantía de que voy a perder la vida una vez más, pero no me importa, he perdido la vida tantas veces que morir una vez más es vivir una y mil veces o quizá dos por mil. Lo agarro suavemente, lo prendo con mis dedos, lo acaricio hasta que encuentro la llama para darle vida, como un alma vagabunda que no tiene nada que perder y en su pérdida encuentra vida, así estoy. No encuentro la llama,  se ha pérdido en el horizonte de una caja de zapatos, de unos ojos que no me dejan ver más allá de los reflejos que me acompañan y justo en ese momento en el que lo pienso,  es cuando lo encuentro,  la alquimia me acompaña de la mano, inevitable no dejarse llevar. Sin miedo, hago callo para que al encenderlo no haya lugar a errar...entonces con un chasquido la llama se resuelve en dos segundos y se enciende el fuego que necesito...se ha encendido y puedo seguir disfrutando de mi agradable mañana, enganchada a un filtro,  un papel y al trabajo de miles de personas que sin saberlo intoxican mi vida, mientras yo,  disfruto dejándome llevar acompañada de Bob que está cantándome al oido "Things have changed" y eso...también hace que me levante en pie...

Cris

Encuentro en creciente

Si, ahí está ella, sentada en una silla observándole, sus gestos, sus manos, su boca, su pelo. Él levanta la vista un instante para pasar de página, estaba leyendo. Mientras ella de espaldas,  sentada con las piernas apretadas,  nota como el calor le sube por las rodillas hasta partirle las ingles...Escucha el sonido de una llave que le roza el oido y en ese instante nota como el calor de las yemas de unos dedos invisibles,  suben por las escaleras de su columna,  pero no los ve. Sin mediar palabra se da la vuelta, se desliza por la silla y se encuentra con él. No habla, no mira, no canta...sólo revela el calor del encuentro, el deseo se apodera de ella y no lo piensa, no tarda ni un segundo y se dispone a lamerla, retorcerla con su lengua hipotecada, chuparla hasta dejarla ahorcada en su intento, seguirla, recorrerla hasta el infinito en vertical, mientras su color rosado invade sus pupilas llamándola,  incesante. Sus labios no se despiden hasta verla dentro de sí. No hay tregua para el estallido y es ahí donde la excitación se deja vencer, se da sosiego para volver a empezar en su boca, saboreando su lengua dilatada de emociones que quiere compartir. En ese momento no hay tiempo para pensar, ni dudar, sólo se habla en lengua, en labios, en besos húmedos. La saliva recorre cada uno de los pliegues de su mástil. Él es un barco a la deriva que quiere deshacerse de todo el agua que inunda su cámara, pero no se puede gobernar lo que no tiene timón. En ese momento ya nada importa, sólo el calor del agua turbia y fresca recorre la comisura, los pechos y discurre hasta el ombligo, deseando tocar el lugar donde se aloja la candente,  que está esperando que la inunden y que la liberen ...
Sin pensar en el desahucio de sus dilatados labios, se desborda en su interior donde descansa durante un instante de sosiego. Dos convergen en uno y es uno el que comienza a bailar el vals, relajado y sin prisa. La sostiene con sus brazos mientras su verga sigue en ella, la besa sumergiéndose en cada poro, la muerde, la acaricia con la lengua los otros que piden más calor mientras ella...
le canta al oido un dulce cuento de azúcar, una historia de fuerza, de pasión desmedida y sin condiciones, de savia de futuro propio y todo vuelve a comenzar. El reloj de arena se vuelca y vuelve a drenar tiempo.


Cris.